viernes, 8 de mayo de 2015

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12/12/79
Claudia:
Luis sigue sin aparecer. Susana tampoco volvió a tener noticias de su existencia. Pintar me hace bien pese a lo mal que me hace ir y que él no esté. No sé por qué el tamaño de este enganche. La magnitud de mi angustia es ridícula frente a lo poco que intercambiamos. Es que intuyo que la relación daba para tanto más. Que era trascendente. No sé cómo explicártelo. A lo mejor es que la soledad hace que magnifique cuanto encierra alguna posibilidad de poblarla. De todos modos, la sensación es la de una pérdida irreparable de alguien que nunca  tuve. Complejo, ¿no?
Ayer recibí carta de Raúl. Cómo estaré de trastornada por el tema de Luis que esto te lo cuento en segundo término. Porque me movilizó. Todas las cartas suyas me movilizan, todo lo que de él provenga.
Insiste con que publique y entonces sí que todo me parece un delirio. Hay momentos en los cuales no sé dónde estoy parada, qué es lo real en mi vida y qué no. Como si todos los personajes de los cientos de libros que leí se mezclaran con los habitantes de mi vida real y ya no supiera quién es quién y qué me pasa, qué sueño, qué leo.
Raúl habla de mi talento, de lo que soy y yo siento que está hablando de otra persona, que hay un error. Yo no soy esa sobre la que él escribe. A lo mejor el trastornado es él. En fin, no sé. Le mostré la carta a Adriana. Me miró, sorprendida, y declaró: ¨Esta es una carta de amor¨. Yo sé que no lo es pero no puedo ponerle rótulo a la carta ni a la relación. ¿Existirá? Vos, hermanita, ¿qué pensás?
El otro día logré escribir algo. Pero al terminar abollé los papeles y los tiré a la basura. A la mañana siguiente los recuperé entre cáscaras de papa. Alisé las hojas como pude y, sin releerlas, las metí en el cajón de mis papeles. Ya ni sé qué sirve, qué no.
Lo único que mantiene su coherencia es mi trabajo. Allí luzco equilibrada. Me llevo bien con la gente (sobre todo con Verónica) y, de vez en cuando, me engancho con la tarea.
Edgardo me recomienda a gritos que empiece una terapia. Creo que un día me llevará por la fuerza. Por momentos no tengo ganas, por otro tengo miedo y por todos no tengo plata.
Bueno, hermana, bastante lata por hoy. Es un día difícil.
Besos
        Laura

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