viernes, 19 de junio de 2015

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15/9/80
Querida hermana:
Perdoname la demora pero estuve corriendo de aquí para allá: pasaporte, pasajes, equipaje, etc., etc.
Estoy entusiasmadísima y bastante relajada en cuanto a mi temor por Luis. Será por la colaboración que me está brindando en la organización del viaje.
Además estoy trabajando a toda máquina para terminar un par de experimentos que quiero incluir en mi presentación. Cruzá los dedos para que salgan bien.
El itinerario no está del todo definido. Sacamos el Eural Pass, lo que nos permitirá movernos con libertad por toda Europa y cambiar de planes sobre la marcha. Será un viaje no convencional en donde, fundamentalmente, nos proponemos conocer mejor lugares que ya vimos. Lo único nuevo en danza serían los lagos del norte de Italia que ambas, fascinadas por un folleto que vimos, coincidimos en visitar. El resto: puntos salpicados.
Sigo intentando convencer a Luis de que me acompañe. Él no conoce Europa y esta, aparte de mi compañía, sería una buena oportunidad porque podría conseguirle el alojamiento gratis en Madrid y regiría la tarifa aérea preferencial. Por otro lado, me asusta la idea de que viaje. Verónica es una garantía como acompañante y si él fuera todo sería distinto. De todos modos estas son elucubraciones mías porque él, desde el principio, resolvió no ir. Y sigo estando segura de que no es solo por el trabajo.
Estoy organizando una reunión para los setenta de mamá. Le daré la sorpresa de que ese día le toquen el timbre hermanas, primas, sobrinas y compañeras del colegio. Cada una llevará algo y yo me encargaré de las bebidas y de las infusiones. Creo que se pondrá contenta. Y lo va a necesitar porque supongo que no ha de ser nada fácil asumir esa cifra. Vos, ¿nunca vas a estar?
Me enojé.
Besos pero pocos.

                       Laura

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