miércoles, 17 de junio de 2015

50

27/8/80
Claudia querida:
Resolución tomada: me voy a Europa.
Estuve pensando, meditando, reflexionando y calculando. Mi filosofía general de vida sostiene que en este mundo hay que tratar de perder la menor cantidad de cosas pasibles de ser vividas.
Lo primero que necesitaba definir dentro de mí era qué pesaba más: mis ganas de irme o mis ganas de quedarme. Me pareció cobarde no hacer el viaje por miedo de perderlo a Luis. Si Luis es perdible por un mes de alejamiento entonces nuestra relación no sirve para nada y es mejor concluirla de una vez por todas. Parezco muy convencida pero en realidad no lo estoy tanto. Por otro lado, si el vínculo con él naufraga y yo no me permití hacer este viaje, nunca me lo voy a perdonar. En fin: pesaron más mis ganas de ver mundo que mi miedo.
Resuelto el juego de mis deseos me quedaba solucionar el  económico. Fue más fácil de lo pensado. Cuando le comenté a papá mi proyecto y sin que yo le pidiera nada (te lo digo para tranquilizar mi conciencia e incrementar tus celos) me ofreció una suerte de préstamo que yo le iría devolviendo a medida que pudiera. Acepté.
Verónica también consiguió la plata y la autorización para alejarse. Ahora nos resta planear el itinerario.
Te escribo en cuanto lo defina.
Muchos besos.

                    Laura

No hay comentarios:

Publicar un comentario