20/7/80
Querida
Claudia:
¡Noticia
bomba! El Dr. Giménez nos propuso a Verónica, a Alejandro y a mí presentar
nuestros respectivos trabajos en las Jornadas Hispano-Argentinas de Medicina
que se harán en Madrid en setiembre. Sí, oíste bien: ¡dentro de dos meses!
La
cuestión es la siguiente: Giménez está en el Comité de Organización. Desde
principio de año sabíamos que él presentaría alguna de nuestras conclusiones en
el congreso. Pero surgió una variante: el Comité de Organización español
ofreció cinco becas para jóvenes y pobres investigadores, consistente en
hacerse cargo del cincuenta por ciento del pasaje y de la estadía en Madrid
mientras duren las ponencias.
¿En
quién te imaginás que pensó Giménez? Acertaste: en Alejandro, en Verónica y en
tu hermana.
Esto
pasó hace dos días y hace dos noches que casi no duermo. Mis motivaciones
económicas y sentimentales no dejan de pelearse con las científicas y
turísticas.
En
setiembre del año pasado (antes de conocer a Luis) Verónica y yo abrimos una
cuenta en caja de ahorro especial en el banco donde cobramos y ambas nos
comprometimos a depositar el diez por ciento del sueldo, antes de retirarnos de
la ventanilla. Yo pensando en comprarme un Fitito usado, Verónica, en remodelar
su depto. Cuando Giménez elevó la propuesta nos miramos y nuestros pensamientos
se dirigieron al unísono al mismo lugar: la caja de ahorro.
Ayer
estuvimos averiguando precios y haciendo cuentas. Lo que tenemos ahorrado nos alcanzaría
para pagar el resto del pasaje y para sacar un Eural Pass. Restaría mantenernos
durante el viaje. Este es el primer aspecto a considerar: ¿estoy dispuesta a
invertir mis únicos ahorros?, ¿cómo conseguiré el resto del dinero?
El
segundo es el sentimental y nuevamente mi historia corre paralela a la de
Verónica. Me muero de miedo de dejarlo solo a Luis por un mes y la relación de
ella con Antonio tampoco es firme. Él es separado, tiene un chico y solo hace
un par de meses que están juntos.
Ahora
los puntos positivos. En cuanto al científico, poco que decir: resulta obvio
que la presentación sería importante para nuestras carreras. Pero sobre todo el
turístico. En el viaje que hicimos en el 78, también para las Jornadas en
España, demostramos ser excelentes compañeras de ruta. Resulta curioso que
alguien que no es mi mejor amiga, que ni siquiera es mi amiga íntima, pueda
resultar la óptima compañera de viaje. Disfrutamos la experiencia anterior una
barbaridad y nos quedamos con ganas de ver y rever tantas cosas que nos
prometimos repetir. Pero también es cierto que en ese momento ambas estábamos
solas. Mejor dicho: mal acompañadas (¿te acordás de Eduardo?). O sea que
alejarse hasta era saludable.
Anoche
me animé y se lo comenté a Luis. Me dio su total apoyo (¿querrá librarse de
mí?). Hasta me ofreció los dólares que pudieran hacerme falta.
No
sé qué hacer. Estuve tratando de convencerlo de que viniera conmigo, él no
tiene problemas económicos. El trabajo es el obstáculo, aunque estoy segura de
que no es el único. Quedó pendiente la posibilidad de hacer un viaje juntos en
enero.
Voy
a ver si esta noche consigo dormir. A lo mejor en sueños se me aparece la
resolución más correcta.
Mi
hermana, ¿qué opina?
Besos
indecisos.
Laura
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