lunes, 8 de junio de 2015

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18/5/80
Querida hermana:
Supe de vos por mamá. Me alegro de que todo esté en orden a pesar del silencio al que me estás condenando.
Por aquí, bastante bien. Mi relación con Luis progresando a pesar de las idas y venidas. No es nada fácil convivir. Mi avidez de cariño hace que sobrelleve la experiencia con alegría, pero Luis es visceralmente resistente al compromiso y cada tanto, creo que hasta a propósito para que no me queden dudas al respecto, se encarga de mostrarse distante o fastidiado, cosa que me hunde en la desesperación más profunda, de la que salgo al menor gesto de ternura de su parte.
Mi carta anterior la despachó Adriana que se fue a vivir a tus pagos, siguiendo a su ¨novio¨ becado. Parece que mi destino es que la nación del norte se coma a mi gente más querida. ¿Te llegó?, la carta, digo.
Estoy hecha toda una ama de casa. Lavo y plancho porque Luis no quiere que nadie venga a limpiar. Felisa sigue yendo a tu depto cada tanto, para mantener todo en condiciones. No te asustes, podés regresar en cualquier momento.
Hoy es el cumpleaños de Luis. Estoy preparando una torta y pienso sorprenderlo con las treinta velitas. Después iremos al cine a ver ¨Desde el jardín¨. Espero no desilusionarme, el libro me encantó. Le compré un pantalón de corderoy y ¨Las palabras¨, de Sartre. Me impresionó mucho enterarme de su muerte justo al día siguiente de haber elegido el libro.
Te dejo porque siento un sospechoso olor a quemado.
Besos.

       Laura

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