1979
2/5/79
Claudia:
Todavía estoy reponiéndome de la
despedida. Después de Ezeiza llegué a casa y me acosté. Tuve la misma sensación
que al salir de un velorio: solo quería dormir. Bueno, ¡no es para tanto!, aún
estás viva.
Hace tres días que me mudé. Fue
bastante duro porque en todo este tiempo no me había animado a avisarle a mamá
que vendría a tu departamento. Imaginate cómo reaccionó cuando vio que hacía
las valijas. Y en esta oportunidad con razón. A veces uno es cruel inútilmente.
Es que durante estos últimos meses pensé tantas formas de contárselo que mi
impresión era que ya se lo había dicho.
Dramas aparte, ya estoy instalada
en tu bulín. Tengo intenciones de pintar y de hacer algunos arreglitos. Veremos
si me alcanza la guita.
Desde que estoy aquí tu ausencia me
pesa menos. Estás en cada taza, en cada plato, en el olor de las toallas y en
las galletitas de la lata, todavía elegidas por vos. Por momentos siento que
estoy jugando a las muñecas. Me encanta hacer las compras, comer lo que yo
decido, poner las sábanas tirantes como a mí me gusta y encontrar todo en el
lugar exacto en que lo dejé. Yo, que jamás me asomé a las tareas domésticas,
estoy chocha de comprobar que puedo agarrar una escoba y pelar una papa.
Veremos cuánto dura mi entusiasmo. Tengo ganas de tener todo arreglado para
invitar a mis amigos. Pienso hacer una fiesta de inauguración.
Releo lo que escribí y parece que
estuviera contenta de tu partida. Nada de eso. Te extraño y no te cambio por
estas cuatro paredes. Pero, pese a todo, tu ausencia ya me sirvió. Aunque
regresaras mañana mismo ya no volvería a casa. Me di cuenta de que necesito
vivir sola. Creo que me ayudará a crecer.
El entusiasmo de la mudanza y de la
organización de la casa me tiene tan comprometida que me quedan pocas neuronas
para acordarme de Eduardo. Pero alguna todavía se defiende. Me planteo qué
distinta hubiera sido nuestra historia con este lugar mediante. Yo era su
circunstancial y eterna inquilina, la que no tenía su propio espacio, la que
tantas veces sentía que estaba de más.
Espero tener pronto noticias tuyas.
Y buenas. En cuanto tengas un rato escribime.
Un beso grande
Laura
Un placer leerte como siempre!
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